Relatora de la ONU: Israel comete un genocidio | Detrás de la Razón

Es un genocidio a la luz del mundo y con pleno conocimiento de la justicia internacional, pues la relatora especial de la ONU para los DDHH en Palestina, Francesca Albanese, asegura que hay motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral del genocidio contra palestinos como grupo, en Gaza.

En casi seis meses, Israel ha infligido deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial, el caso no es nuevo, pero al menos es el informe más reciente de una oficina dependiente de Naciones Unidas, el mismo organismo multilateral que, intencionalmente o no, no hace nada para parar una guerra.

La relatora denuncia ante el Consejo de DD.HH. que Israel manipula el derecho internacional para mantener la ejecución de civiles. Es una hora oscura y de ninguna manera, dice, se puede seguir ignorando el proyecto sionista para deshacerse de los palestinos en Palestina, bajo completo desafío del derecho internacional y el fracaso del mundo en pedir cuentas a Israel. Condiciones que han puesto al descubierto el genocidio en Gaza con completo aval de tribunales de justicia mundial.

Una declaración que rápidamente fue puesta en duda por el gobierno de EEUU, porque considera que Albanese tiene un historial de comentarios antisemitas, la misma cobija con que intenta arroparse el gobierno de Benjamín Netanyahu cada vez que alguien se pronuncia a favor de la defensa de los palestinos.

De nada han servido las declaraciones condenatorias que a diario se registran ante la prensa o en encuentros gubernamentales o diplomáticos cargados de abrazos, apretones de manos y fotografías bonitas, como lo exige la diplomacia, el genocidio sigue, el número de muertos aumenta como aumenta el hambre en la Franja.

No hay tiempo para la espera por más resoluciones o negociaciones mientras en la cárcel al aire libre más grande del mundo llenar estómagos o calmar el dolor físico es un verdadero privilegio que no tienen todos. Un desespero que se asemeja a la presión de una olla de vapor a punto de explotar.

Tal vez en un intento de resarcir la complicidad, o por la presión que existe sobre sí, la Corte Internacional de Justicia, que además dice estudiar el caso de genocidio, pidió, pero en un nuevo comentario tibio, a Tel Aviv permitir el suministro a gran escala de ayudas humanitarias a la Franja.

Sería iluso esperar una respuesta positiva por parte de Israel. La ayuda de la UNRWA para el norte de la Franja está prohibida, y en el sur, no entra al día ni la tercera parte de los 500 que se necesitan a diario para intentar alargar la existencia de los palestinos confinados en 12KM2, y mientras en Occidente no paran de emitir declaraciones sin acciones, en Gaza sí se ven como acciones, pero de esas que son completamente intencionales y que matan... matan bien sea de hambre, o con la complicidad de las bombas a una minoría que, al unísono y bajo la peor desgracia que puede soportar, clama por un alto el fuego.

En esta edición de Detrás de la Razón analizamos el nuevo informe de la relatora especial de la ONU sobre los DD.HH. en Palestina, que nuevamente denuncia la existencia de un genocidio en la Franja de Gaza.

Por Juan Carlos Rozo

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